jueves, 27 de abril de 2017

“Las mujeres hetero no existen. Toda mujer es bisexual o lesbiana”

Imagen de Harley Weir

Las mujeres hetero no existen. Y no lo decimos nosotros, lo dice un reciente estudio realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Essex que concluye que las mujeres o son homosexuales o son bisexuales.
Al menos, la mayoría de las mujeres.
Para realizar el estudio, los investigadores proyectaron imágenes de cuerpos desnudos tanto de hombres como de mujeres ante 235 participantes.
Un 82% de las mujeres que se sometieron al test, se excitaron sexualmente tanto con el cuerpo masculino como con el femenino.
En contraste, las lesbianas dieron una respuesta mucho más intensa ante la imagen de otra mujer desnuda que ante el cuerpo de un hombre.
"A pesar de que la mayoría de las mujeres se definieron como heterosexuales, nuestra investigación muestra claramente que cuando se trata de lo que las excita, son bisexuales o lesbianas, nunca heteros", ha argumentado el doctor Gerulf Rieger, uno de los autores del estudio.
Un 82% de las mujeres que se sometieron al test, se excitaron sexualmente tanto con el cuerpo masculino como con el femenino.
Ya lo decía Faye Marsay en la película Pride: "Dentro de cada mujer hay una lesbiana".
El estudio, solo ha sido realizado con mujeres. Sin invitar a los hombres. Y no sabemos cómo reaccionarían ellos ante los mismos estímulos. Incluso si se declaran 100% heterosexuales.
Sin embargo, recientes tendencias sexuales nos dan una pequeña pista.
Hace unos meses, la socióloga Jane Ward exploraba en su libro No Gay un conjunto de prácticas que se extienden entre los hombres heterosexuales. El fenómeno que explicaba consiste en  hombres jóvenes que se identifican como heterosexuales y que buscan contactos sexuales con otros hombres... heterosexualesEl homoerotismo como forma de adhesión heterosexual. ¿Contradicción?
A través de numerosos ejemplos, la autora trataba de demostrar que el contacto sexual entre personas del mismo sexo ha sido, históricamente, una parte integral de la identificación heterosexual del hombre. Y lanzaba una pregunta:
¿Pueden ser estas prácticas un síntoma de una heteroflexibilidad masculina que estamos negando?
La buena noticia es que todo esto está cambiando. Poco a poco, la humanidad concibe la sexualidad de una forma más fluida. 
La realidad es que existe una doble moral a la hora de juzgar los comportamientos homosexuales o bisexuales de hombres y mujeres.
Cuando dos mujeres se enrollan, muchas personas consideran que no se trata de homosexualidad sino de una fase de experimentación. Un juego al que toda mujer juega con su mejor amiga. Tras el juego, la mujer puede volver a identificarse como heterosexual sin ningún problema. Pero no ocurre lo mismo cuando se trata de dos hombres: una vez que has tenido una experiencia sexual con otro hombre, el entorno pasa a considerarte gay. 
La buena noticia es que todo esto está cambiando. Poco a poco, la humanidad concibe la sexualidad de una forma más fluida.

sábado, 12 de marzo de 2016

El lado oscuro de los gemidos durante el sexo


   Los gemidos son parte del acto sexual y exhiben el placer que sentimos, pero, ¿sabías que a veces las mujeres los usan para que su pareja termine más rápido porque ya están fatigadas? Conoce el lado oscuro de los gemidos durante el sexo y las razones por las que se actúan.
                                 
   Los gritos y expresiones durante el sexo sirven para motivar la excitación e incluso provocar orgasmos más placenteros. Pero las razones del por qué gimen las mujeres al parecer también incluyen un lado oscuro contra ellos.

   Investigadores de la University of Central Lancashire descubrieron, mediante un estudio, que más de un cuarto de las mujeres gimen de manera regular en el sexo, pero no por placer, sino como una forma para manipular el comportamiento del hombre durante la relación y sacar ventaja.

¡Placer con ventaja!

   Con el objetivo de constatar si los gemidos de las mujeres en el sexo están relacionados con el orgasmo o no, los científicos aplicaron una encuesta a las participantes, de entre 18 y 48 años, con preguntas sobre gemidos, gritos, decir palabras como “si” o “más” y dar órdenes durante el acto.

   Los resultados indican que 4 de cada 5 mujeres fingieron placer mediante gemidos exagerados, por lo menos en la mitad de veces que tuvieron sexo con su pareja.

   Las mujeres empleaban los gemidos y las palabras de ánimo para acelerar el proceso debido a la fatiga, el aburrimiento o las molestias en vez de ser una expresión directa de la excitación sexual", afirman los investigadores del estudio.

   De la misma manera, se revela que las mujeres experimentan más orgasmos durante los juegos previos a la penetración, en lugar de durante el acto sexual en sí.

   Las mujeres con sus gemidos están tratando de influir en su pareja más que expresar directamente la excitación sexual", afirma Gayle Brewer, uno de los responsables del estudio.

   Aunque no todo es malo, ya que no todas las mujeres lo hacen necesariamente por su interés, de hecho 92% de las participantes admite que gemir es una forma de aumentar la autoestima de su pareja y hacer que se sienta seguro sobre su atractivo y desempeño sexual.

   La inteligencia de las mujeres sobre cómo pueden beneficiarse del sexo queda demostrada en parte por este estudio, sin embargo hay muchas más razones al por qué gimen las mujeres y el placer definitivamente es una de ellas.

Tú, ¿lo has hecho para manipular, crees que es cierto?

Un orgasmo placentero genera amnesia temporal


De acuerdo con investigaciones publicadas en The Journal of Emergency Medicine, las personas que tienen un orgasmo placentero pueden registrar amnesia temporal, es decir, se borra tu memoria entre 20 minutos y 20 horas.

Los doctores Kevin Maloy y Jonathan E. Davis, del Departamento de Medicina de Emergencia del Hospital Universitario de Georgetown y del Washington Hospital Center, analizaron el caso de una mujer de 54 años, quien aseguraba que no recordaba nada durante las últimas 24 horas.

Sin embargo, la paciente asegura que la amnesia se presentó una hora después de tener un encuentro íntimo con su pareja y de experimentar un orgasmo placentero, como el que explica el psicoterapeuta David Barrios:


Por su parte, el doctor Carol Lippa, profesor de neurología de la Drexel University Medical Scholl, de Filadelfia, señala que la amnesia se presenta por una combinación en los circuitos de memoria en el cerebro, generados por estímulos emocionales y físicos.

No obstante, la doctora Laura Berman especialista en sexología de The Huffington Post, aclara que el problema de la amnesia temporal tiene un detonante físico, debido a una alta oxigenación que se genera en el cerebro durante el orgasmo, lo que detona una gran presión en el sistema nervioso simpático y parasimpático.

Los médicos especifican que la amnesia generada por un orgasmo placentero se presenta con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años y es más común en mujeres que en hombres. Y tú, ¿has tenido amnesia después de algún encuentro íntimo?

7 juguetes sexuales que vas a querer probar ya mismo

Según Marie Claire Reino Unido un juguete como este (Rosa Rouge Warming Vibrator) es óptimo para las mujeres, pues un estudio realizado en Holanda halló que las chicas que usaban calcetines durante el sexo tenían más posibilidades de tener más orgasmos. Este vibrador tiene un sistema de regulación térmica que te ayudará a tener una noche perfecta.

Este es nuestro favorito. Un juguete que con su diseño de pinza te ayudará estimular tu clítoris y disfrutar de muchísimo placer. Se llama Sh! Clitoral Pleasure Vibe.



Además de que su diseño es hermoso, Mains Powered Deluxe Magic Wand Vibrator te dará minutos de placer gracias a la variación de vibraciones y potencias que puedes manipular tú misma.



No es necesario que hayas disfrutado de 50 Sombras de Grey, estas Fifty Shades of Grey Inner Goddess Silver Pleasure Balls te garantizan un orgasmo pélvico de 10.



Nada más cómodo, discreto y pequeño que The MIA 2 from LELO. Este juguete en forma de lipstick nos encanta por su practicidad.



Si estás buscando algo simple y confiable, nada mejor que el Doxy Extra Power Massager que podrás manipular para darle la velocidad y ritmo que prefieras.



Si buscas algo más rudo, Fun Factory Stronic Eins es para ti pues este juguete no solo vibra, palpita haciéndote disfrutar hasta el nivel máximo.

Mitos, estereotipos y estigmas acerca del sexo anal


   Quizá de todas las prácticas sexuales, el sexo anal es uno de las que despierta mayor incertidumbre, lo cual se podría deber, en buena medida, a que en determinadas sociedades este sea un tema tabú.
                                                                                                                     
   Primero quisiera decir que el sexo anal para mi comprende tanto la penetración como otras prácticas -el anilingus, también conocido como el beso negro o colibrí- que tienen al ano como la zona principal que participa en la búsqueda del placer. Parecería un punto básico, pero lo cierto es que frecuentemente se asocia sexo anal solo a la penetración.

   Por lo general, se piensa que el sexo anal, y en especial la penetración, es una práctica que se identifica solo con los hombres homosexuales y con la mujer heterosexual como receptora.

¿Es el sexo anal una práctica para hombres heteros?

   Lo que sí es no es muy socializado es que existen hombres que siendo heterosexuales les gustan dichas prácticas que involucran el ano y disfrutan cuando sus parejas mujeres les penetran, lamen, entre otros.

   Biológicamente por supuesto que es posible y está relacionado con el orgasmo prostático ya que por el recto se tiene acceso a lo que algunas personas describen como el “Punto G masculino”. Como quiera que sea, sabemos que sexo es sobre todo “mente” y para algunos el hecho de ser receptivos y tener una mujer penetrante es altamente erótico.

   Sin embargo, el rechazo a dichas prácticas es común, y presumimos que en ello juega un papel muy importante la sospecha de homosexualidad que sobre ellos se cierne; lo cual se sustenta erróneamente en la idea de que son los hombres gays quienes únicamente desean tener sexo anal.

   Lo anterior también contiene la falaz creencia de suponer que los homosexuales varones SIEMPRE practican el sexo anal.

¡Qué eres gay y no te gusta el sexo anal! ¡Mentira!

   Pensar que el coito anal es una práctica masculina homosexual per se es desconocer como mínimo que la zona de anal tiene una buena cantidad de terminales nerviosas de manera que puede ser muy disfrutable. Esto ha sido ampliamente referenciado pero pocos se deciden a experimentarlo. Una vez más los prejuicios y estereotipos juegan un rol represivo contra el ejercicio pleno del erotismo, digo yo.

   Ahora bien, suponer que cada uno de los gays gustan del sexo anal es una creencia muy compartida e instalada sin crítica alguna en el imaginario popular. De hecho, parte de las agresiones homofóbicas se concentran en esta idea. Pero no es cierto, existen hombres gays que lo prefieren y otros que no, lo mismo pasa con las mujeres, lesbianas o no, y con los hombres heteros.

   En este sentido, el cubano Luis García, nos ofrece su testimonio y también algunas reflexiones:

   A pesar de que es bastante frecuente tener sexo anal entre los gays, si he tenido relaciones en las que no lo hacemos anal. La verdad es que a mí no me va muy cómodo lo anal. Entre los gays está la cultura de lo activo y lo pasivo que reproduce los esquemas del mundo hetero porque ciertamente nosotros también hemos sido socializados en esa norma. También depende de las personas con las que te relacionas; o sea no solo es tu concepto del sexo, la sexualidad y los roles sino también el propio de las personas con quienes tienes relaciones sexo-eróticas. A mi casi siempre me toca ser “activo” porque soy un macho caribeño en los Andes, donde a la masculinidad se le exige menos. En Cuba a lo mejor parece que soy gay pero acá soy un macho atractivo en todo sentido; entonces me toca penetrar al otro.

“LAS VECES QUE ME HAN PENETRADO HAN SIDO POCAS Y ME HA DOLIDO, SIENTO SENSACIONES ALLÍ QUE NO SON PLACENTERAS, LA VERDAD”.

   También he tenido sexo sin que exista penetración alguna, y lo que hemos hecho es jugar con nuestros cuerpos, lo cual ha sido más placentero, al menos para mí. Personalmente, creo que no tengo que estar dentro de nadie, ni nadie dentro de mí para tener sexo placentero o sea eso es un mito más, vuelvo a decirte que la cultura, la norma, el régimen heterosexual juega su papel. A los gays nos educaron para que fuéramos heterosexuales y esos rezagos están en nuestras vidas. A mí me jode que me pregunten si soy activo o pasivo. El otro término que usamos “versátil” tampoco describe la realidad del sexo entre hombres. Yo me involucro con personas, sentimientos, caracteres, no me preocupan los roles. Tal vez es porque en mi también ha calado otra falacia del mundo hetero que es el amor romántico.

¿Sexo anal entre mujeres?

   Como mismo sucede con las relaciones homosexuales entre hombres, para el caso de las lesbianas también se construyen y legitiman ciertas creencias más o menos compartidas de manera generalizada. Una de ellas es que en dichas relaciones sexo-eróticas no debe haber penetración y quizás en este caso hayan sido un segmento de las propias lesbianas quienes más hayan alimentado ese estereotipo.

   Otra es que las lesbianas lo son por falta de “un macho”, lo cual se sustenta en la idea patriarcal de la necesidad absoluta e irreprimible de la existencia del falo y los propios hombres juegan mucho con la idea de corregir a las lesbianas a “pene limpio”.

   Ambas ideas son solo eso, maniqueísmo de las relaciones sexo-eróticas entre mujeres. Como siempre sucede, hay de todo en la viña del señor, lesbianas que prefieren la penetración y otras que prefieren el frotamiento, y otras que las dos cosas y otras que ninguna de las dos.

   Pero cuando se habla del sexo anal entre mujeres, este se ha restringido más bien a los productos pornográficos construidos para la mirada masculina heterosexual, de manera que una breve búsqueda en Google arrojará una cantidad considerable de videos pero excepcionalmente un abordaje serio sobre este asunto.

“De las pocas veces que he tenido penetración anal en mi vida, una fue con una mujer y tengo que reconocer que ha sido la más placentera de todas. No fue nada planificado, fue algo que más bien espontáneo. Que recuerde ha sido la única vez que he alcanzado el orgasmo solo con penetración anal. En el resto de las oportunidades solo fueron con hombres, y la verdad, el hecho de que la petición no fuera negociada ni espontánea, sino más bien una imposición de su parte, a la cual yo cedí, quizá determinó que lo recuerde quizás no como algo traumático, pero si algo doloroso.

Eso me había dejado con nulo interés por volver a tener penetración anal. Pero aquella otra vez fue muy diferente. Las dos disfrutamos mucho. Definitivamente creo el sexo tiene que ver mucho no con que lo hagas sino con quién”, precisa Jessica una joven cubana bisexual.

   Sandra Abd’Allah-Alvarez Ramírez es licenciada en psicología de la Universidad de la Habana y máster en estudios de género y periodismo, entre otras especialidades de la comunicación. Colabora en muchos medios digitales y escribe ya más de 8 años en su blog Negra Cubana tenía que ser.

viernes, 11 de marzo de 2016

Orgasmos a chorro: ¿Qué son?


   Una cosa es el orgasmo a chorro y otra la eyaculación femenina, asegura un estudio realizado en la Universidad de Guadalajara en México.

   Es un tema controvertido. ¿Existe realmente la eyaculación femenina? ¿Qué es lo que sale al exterior?  Y, ¿de dónde viene?, ¿de la vagina o se trata simplemente de orina? Por fin, se revelan las respuestas. Los científicos han realizado análisis bioquímicos del fluido producido por un orgasmo a chorro.

   Un chorrito lechoso, un chorrito acuoso: existen diferencias sorprendentes en las descripciones de la ¨eyaculación femenina¨, dicen el biólogo mexicano Alberto Rubio-Casillas y el sexólogo italiano Emmanuele Jannini. Así que decidieron ponerle fin a la controversia.

   Se hizo el seguimiento de una voluntaria de 43 años que podía producir ambos tipos de fluidos cuando alcanzaba el clímax. Ella estuvo de acuerdo en facilitar algunas muestras íntimas para el laboratorio. El análisis demostró que los dos fluidos eran completamente diferentes.

Semen

   En lo que los autores denominan ¨auténtica eyaculación femenina¨, la próstata femenina (también conocida como gládula de Skene) produce un fluido lechoso. Se trata de un punto situado en los pliegues de los labios, en la parte delantera de la vagina, cerca de la abertura uretral.

   Según los investigadores, la composición bioquímica de este fluido puede equipararse al semen masculino. Y más o menos se produce en la misma cantidad (puede llegar hasta una cucharita de café).  Al buscar bacterias vaginales en él, encontraron que no provenía de la vagina.

Orina

   Además existe el líquido transparente originado en el posiblemente impresionante ¨orgasmo a chorro¨. No es amarillo y tampoco huele a orina.

   No obstante, este fluido sale tanto a través de la uretra como de su alrededor. Y, las pruebas revelaron que sí contenía ácido úrico y otros componentes químicos que se hallan en la orina. Esto significa que a pesar de que algunos lo quieran negar categóricamente, el fluido del orgasmo a chorro debe provenir de la vejiga, comentan los investigadores, y de hecho, es una forma de pis muy diluido.

Chorro

   El orgasmo a chorro se asocia normalmente a la estimulación del punto G, un área esponjosa que se encuentra a unos 5 centímetros en el interior de la vagina y en su cara anterior. Pero también puede producirse tocando o golpeando la vulva como se hace en la técnica amatoria centroafricana kunyaza.

   Durante el orgasmo, puede que se produzca un torrente de más de medio litro, según la experta ruandesa Nsekuye Bizimana (no obstante, Rubio-Casillas y Jannini sostienen que se producen unos modestos 125ml)

Ultrasonido

   El resultado bioquímico de esta investigación no implica necesariamente que las mujeres que tienen un orgasmo a chorro sean incapaces de contener su orina en el momento del clímax, comentan los científicos. Entonces, ¿cómo y por qué se produce?

   Lamentablemente, Rubio-Casillas y Jannini no tienen respuestas a esta pregunta. Continúan con su investigación haciendo test de vídeo urodinámicos (rayos x y ultrasonidos) para ver desde dentro el clímax del orgasmo a chorro.

El punto G masculino


   Estuve paseando por el famoso blog de Venethinker y leyendo encontré una referencia al Punto G masculino.
   Nuestros amigos homosexuales, no dan el trasero solo por el placer mental que eso les acarrea, no? Y esto de la homosexualidad y de ser espada de dos filos no es nada nuevo tampoco. En la época de los grandes conquistadores y gladiadores, hombres de pelo en pecho como Alejandro Magno se iban en sus expediciones y no le veían nada de malo de echarse un polvito con sus compañeros del mismo sexo. Además si a algunas de nosotras nos gusta el sexo anal, imagínense ustedes como les debe gustar a ellos cuando le proporciona una caricia directa a su punto G.

   Ya me imagino las caras de muchos de ustedes. Y me acuerdo de aquella pareja de actores que se hicieron más famosos aun cuando salió a la calle la copia del video que grabaron en intimidad. Pues la susodicha quedo como una amante buenísima, pero el quedo como homosexual porque le dejo a ella que le metiera el dedo allí. Y yo digo, y si es su mujer la que le mete el dedo? De que tienen miedo? de que les gustaría tanto que después tendrán que buscarse un pene de verdad?, será que son tan débiles en realidad y piensan que esa exploración los hará cambiar de preferencia sexual? O piensan que se verán menos masculinos enfrente de sus mujeres?
  
   En donde queda la mente abierta, la aventura y sobretodo el sentirse completamente entregado a su pareja que es la mejor poción para un sexo espectacular!!! Atrévete… Además, tarde o temprano les van a meter un dedo en el trasero, es más se lo van a meter varias veces, solo que los Doctores (gran probabilidad que sean hombres por cierto) no se lo van a meter tan delicadamente ni les van a provocar placer. Así que, por qué no dejarnos a nosotras darles de vez en cuando esa tremenda sensación?
  
   Mi cuenta por ahora: 3 a 1 solo que si me dejo y lo disfruto, los otros se mueren con tan solo la cercanía de mi cara por ese lugar, ni siquiera un beso negro me dejan darles allí.... a ver cuántos de ustedes se dejan?